09 Jun Tomate: ¿fruta o verdura?
Llega el verano y con él el calor, por lo que uno de los platos preferidos por muchos en esta época del año es el gazpacho cuyo principal ingrediente es el tomate. Pero, ¿a quién no se le ha pasado alguna vez por la cabeza pensar si el tomate se trata en realidad de una fruta o de una verdura? La respuesta no es sencilla, ya que algunos afirman que es una verdura y otros alegan que es una fruta.
El tomate, procedente de Sudamérica, entró en Europa en el siglo XVI. Protagonista en España debido a la fiesta popular de La Tomatina, en la que miles de personas se reúnen para arrojarse entre sí toneladas de este elemento, el tomate es una planta cuyas utilidades son tan numerosas como inimaginables, lo que podría explicar la perpetua discusión con respecto a su naturaleza.
Entonces ¿fruta o verdura?
Podemos afirmar que el tomate se convierte en un caso bastante curioso y complejo, puesto que técnicamente hablando se trataría de una fruta pero popularmente se le conoce como verdura.
Por un lado, fruta es aquella parte de la planta que contiene las semillas, es decir, es el cuerpo reproductivo comestible de esta. Por otro, la definición de verdura se emplea para designar a aquella parte de la planta que resulta comestible como son los tallos o las hojas.
Teniendo en cuenta las definiciones anteriores, podemos afirmar que el tomate, al igual que el aguacate o el pimiento, se trata técnicamente de una fruta.
Una cuestión que llegó a la Corte Suprema
Esta cuestión, sobre si el tomate es una fruta o una verdura, llegó incluso a la Corte Suprema de EEUU en el siglo XIX debido a que en 1887 se aprobó una ley que atribuía impuestos a las verduras importadas, pero no a las frutas.
Ello supuso que las compañías encargadas de importar tomates trataran de defenderse argumentando que estaban exentas del impuesto, puesto que el tomate se trataba en realidad de una fruta más. Como argumento, citaron diccionarios e introdujeron en su alegato testimonios de biólogos que afirmaron y demostraron que, ciertamente, el tomate al tratarse de un producto fruto del ovario de una flor era una fruta.
Sin embargo, el gobierno alegó que al ser servido en las comidas principales como parte de estas, y nunca como postre, debía ser considerado como verdura u hortaliza. Como consecuencia de ello, las compañías importadoras tuvieron que pagar el impuesto.
No obstante, el debate sigue vivo hasta nuestros días y actualmente encontramos defensores de una postura y de otra.
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